La importancia del juego

 

¡En sus marcas…Listos… Fuera! Imposible olvidar cuando éramos niños y disfrutábamos pasar horas jugando. El juego, además de ser una actividad divertida, provee experiencias que favorecen el desarrollo y el aprendizaje. Imagine un día en el parque con su pequeñín. Una actividad simple como deslizarse por una chorrera o columpiarse en un columpio puede ser muy divertida y al mismo tiempo ayudar al desarrollo del equilibrio, la postura, la autoestima (al superar el miedo a caerse), al fortalecimiento de los músculos, a evitar el sedentarismo y a mejorar la salud en general. Además, promueve la imaginación, la creatividad, la exploración y el lenguaje al conversar sobre lo que realiza durante el juego. En el interior, por ejemplo, jugar con bloques puede ayudar a promover el desarrollo motor fino, el desarrollo del lenguaje, el desarrollo cognitivo, la creatividad y la resolución de problemas.

Existe evidencia científica que sustenta la importancia del juego en el desarrollo del niño. Según un artículo publicado en la revista Pediatrics: “El juego es esencial para el desarrollo porque contribuye al bienestar cognitivo, físico, social y emocional del niño.” (Ginsburg, 2007). Además, el juego ha sido reconocido por las Naciones Unidas como un derecho para todos los niños. Según el psiquiatra Stuart Brown (2009), “el juego es la base de todo lo que pensamos como una civilización.” En adición, la NAEYC (“National Association for the Education of  Young Children”) reconoce y sostiene la necesidad del juego como una parte esencial de la niñez y la educación temprana.

Diversas investigaciones científicas han determinado que el juego aumenta el desarrollo y crecimiento del cerebro y establece nuevas conexiones neuronales. Además, mejora la habilidad de percibir empatía y adaptarse al cambio.

Dicho esto, es importante proveer a los niños experiencias de juego para favorecer su desarrollo. Entre algunos beneficios del juego podemos identificar:

·         El desarrollo de destrezas del lenguaje, destrezas motoras, destrezas cognitivas, destrezas sociales y destrezas emocionales.

·         El juego físico y activo que implique ejercicio y movimiento es beneficioso para la salud.

·         Reduce el miedo, la ansiedad, el estrés y la irritabilidad.

·         Produce alegría y aumenta la autoestima.

·         Aumenta la empatía.

·         Promueve compartir.

·         Permite seleccionar opciones y tomar decisiones.

·         Aumenta la atención y la concentración.

·         Fomenta la creatividad y la imaginación.

·         El niño aprende a entretenerse.

·         Permite al niño interactuar con su entorno.

·         Permite al niño descubrir sus intereses.

 

Éstos son solamente algunos de los beneficios del juego. Reconociendo la gran importancia e impacto del juego en el aprendizaje y el desarrollo es importante permitir que nuestros pequeñines jueguen. De igual forma, es importante que dediquemos tiempo a jugar con nuestros niños. Al jugar con nuestros pequeñines no solo estaremos promoviendo el desarrollo y el aprendizaje, sino también estaremos fortaleciendo la socialización y los lazos afectivos con nuestros niños. Así que ahora tenemos una razón muy poderosa para dejar salir a nuestro niño interior, echar a volar nuestra imaginación y divertirnos en grande con nuestros pequeñines. ¡Es hora de jugar!