El regreso a
clases, al trabajo y a la rutina diaria luego de unas merecidas vacaciones
puede suponer un reto para muchos. Esto implica reajustarnos para poder cumplir
con nuestras responsabilidades. Como adultos, podemos aplicar estrategias que
nos ayuden en este proceso como, por ejemplo, organizar materiales, espacios y planificación
de tareas. De igual manera, los niños pueden beneficiarse de estrategias para
facilitar los procesos de estudio y aprendizaje.
Los hábitos de
estudio son métodos o estrategias que ayudan al niño a aprender y a mejorar su
atención. Emplear buenos hábitos de estudio será fundamental para propiciar el
aprendizaje y el desarrollo del niño.
Al momento de
establecer buenos hábitos de estudio debemos considerar:
1.
Establecer
horarios y rutinas: Esto
ayudará al niño a identificar momentos para realizar tareas educativas y otras
actividades.
2.
Designar
un área de estudio: Esto
es importante para crear un ambiente de aprendizaje con todos los materiales necesarios
a su alcance. El lugar debe ser acogedor, con buena iluminación, ventilación y
libre de distractores.
3.
Planificar
las tareas: Identificar
el orden para realizar las mismas, ayudará al niño a organizarse y saber
cuántas tareas deberá completar.
4.
Proveer
descansos: Brindar descansos
cortos o realizar algún movimiento físico entre tareas ayudará a facilitar la concentración, especialmente si el
niño comienza a mostrarse cansado o distraído.
5.
Supervisión: Supervise la ejecución del niño. Provea
guía, apoyo y dirección.
6.
Alimentación, sueño y ejercicio: Tener
una buena alimentación, dormir lo suficiente y realizar actividad física son
esenciales para la salud. La buena salud, en general, facilita y promueve el
aprendizaje y el desarrollo de destrezas.
¿Cuáles de estas
estrategias aplican en su hogar?
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