El bebé y la comunicación

 


Desde el momento del nacimiento, el ser humano comienza a comunicarse. Esto, en primera instancia, a través del llanto. Según el diccionario Oxford, llorar significa “derramar lágrimas en señal de dolor, tristeza, alegría o necesidad”. Evidentemente, el llanto es una forma de comunicación y es la herramienta que tiene el recién nacido para comunicarse. A medida que el cuidador va conociendo al bebé, irá notando que el llanto no siempre es el mismo. Este método de comunicación variará según lo que el bebé intenta comunicar y el cuidador comenzará a comprender cuando el bebé comunica hambre, dolor, sueño, incomodidad, entre otras necesidades. Durante este tiempo también comenzará a experimentar con sonidos producidos desde su garganta, gorjeos y gritos. Más adelante, entre los 0 y 5 meses de edad, comenzará a producir ruidos o sonidos cuando se le habla; siendo esto un tipo de interacción social. A partir de los 6 meses comenzará a producir más sonidos consonánticos y vocálicos y a unirlos en sílabas como “papapa”, “mamama”. Ya para el año de edad, se espera que el niño esté produciendo sus primeras palabras.



                Como facilitadores del desarrollo de nuestros pequeñines, debemos aprovechar cada oportunidad para estimular sus habilidades de comunicación. ¿Cómo podemos hacerlo? La respuesta es la siguiente: siendo buenos modelos de comunicación en todo momento. Para lograr ser un buen modelo de comunicación podemos seguir las siguientes recomendaciones:

ü  Háblele al bebé constantemente: Háblele sobre lo que está haciendo, sobre lo que está observando y sobre lo que ocurre a su alrededor.

ü  Responda a las vocalizaciones de su bebé con otras vocalizaciones, palabras y oraciones simples.

ü  Nárrele cuentos y cántele canciones. Los cuentos y las canciones son excelentes para modelar los cambios de entonación del lenguaje y estimular el vocabulario.

ü  Provea juguetes y objetos que estimulen el desarrollo de vocabulario.

ü  Imite sonidos que realizan los animales, los medios de transporte y los sonidos del ambiente.

ü  Nombre objetos mientras se los muestra.

ü  Nombre los objetos que el bebé mire o señale.

ü  Forme sílabas y palabras con los sonidos producidos por el bebé.




Si sospecha que su pequeñín pudiera tener algún retraso en su desarrollo del habla-lenguaje, es importante consultar con un patólogo del habla-lenguaje, quien se especializa en el desarrollo de las destrezas de comunicación. Para obtener más información y orientación, puede comunicarse a marana.phl@gmail.com.

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