¿Quién recuerda
la primera palabra de su pequeñín? ¿Recuerda cuál fue? Sin duda alguna,
escuchar a nuestros pequeñines decir sus primeras palabras es una experiencia
maravillosa. Incluso, podemos observar cómo cada miembro de la familia estimula
al bebé para que diga el nombre de cada uno, intentando ser el primero a quien
el bebé nombre.
Según las normas
del desarrollo, las primeras palabras con sentido o significado aparecen
alrededor de los 12 meses de edad, pero… ¿cómo llegamos a esa primera palabra?
Antes de producir su primera palabra hay ciertas destrezas que el niño debe poseer. Las mismas incluyen:
1.
Atención:
El niño debe ser capaz de atender a los estímulos visuales y auditivos de su
ambiente.
2.
Contacto
visual: El niño debe ser capaz de mirar a quien le habla para poder imitar los
movimientos orales usados para producir los sonidos.
3. Imitación: El niño debe ser capaz de imitar movimientos y sonidos.
4.
Causa
y efecto: El niño debe comprender que sus acciones tienen un efecto. De esta
manera comprenderá que la comunicación tiene una consecuencia, principalmente
para obtener lo que desea.
5.
Uso
de gestos: El niño debe ser capaz de utilizar gestos que expresen un
significado como, por ejemplo, solicitar o rechazar.
6. Fuerza muscular: El niño debe tener la fuerza necesaria en su mecanismo oral para producir sonidos.
7.
Producir
vocalizaciones y balbuceo: Por medio del balbuceo los niños comienzan a unir
sonidos consonánticos y vocálicos como “mamama”, “papapa”, “tatata”.
Para estimular la
aparición de las primeras palabras y el desarrollo de vocabulario es
importante…
1.
Ser
buenos modelos de comunicación.
2.
Hablarle
al niño constantemente.
3. Narrarle cuentos y cantarle.
4.
Asegurarnos
que nos esté mirando cuando le hablamos.
5.
Nombrar
objetos, personas o animales que el niño pida o señale.
6.
Aprovechar
momentos de la rutina diaria para estimular vocabulario. Por ejemplo, partes
del cuerpo, vestimenta, alimentos.
7.
Realizar
juegos y actividades que estimulen el mecanismo oral como beber líquidos
utilizando sorbetos, hacer trompetillas, tirar besos, soplar burbujas, entre
otros.
Si su pequeñín tiene
más de 12 o 15 meses y aún no ha producido su primera palabra con significado,
es importante consultar con un especialista en el desarrollo de la comunicación, como un patólogo del habla-lenguaje. La intervención temprana puede ser de gran beneficio para su desarrollo y ayudar a reducir mayores dificultades en el futuro.
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