¡Es emocionante
cuando nuestro pequeñín comienza a utilizar palabras! ¿Recuerdan cuál fue la primera? Por medio de estas
palabras los niños pueden expresar sus necesidades, deseos y comunicarse verbalmente con
los adultos y otros niños. Una vez los niños comienzan a expresar palabras
aisladas, poco a poco, irán uniéndolas para formar frases y oraciones. Según
escalas del desarrollo, los niños pueden comenzar a combinar palabras para
formar frases simples de 2 palabras a partir de los 18 meses de edad
aproximadamente. Tanto los padres, cuidadores, educadores y terapeutas podemos
estimular a nuestros pequeñines a combinar palabras. ¿Qué podemos hacer? A
continuación, algunas estrategias que podemos utilizar con nuestros pequeñines:
1.
Interés:
Es importante aprovechar los intereses y las preferencias de los niños a la
hora de estimular su lenguaje. De esta manera, logramos captar su atención,
interés y hacer del proceso uno divertido y agradable.
2.
Nombrar,
nombrar y nombrar: Los niños aprenden las palabras que escuchan. Por esta
razón, es importante nombrar todo lo que observan y les rodea para desarrollar
y ampliar su vocabulario.
3.
Imitación:
Cuando imitamos o repetimos las verbalizaciones de nuestros pequeñines les
demostramos que estamos interesados en lo que están expresando y les estamos
respondiendo. De esta manera, comienzan a comprender que la comunicación tiene
un efecto en el oyente, los motivará a expresarse y comenzarán a entender las
bases de la conversación.
4.
Habla
paralela: Se refiere a cuando estamos cerca del niño y hablamos sobre lo que
está observando o realizando. De esta manera, comenzarán a asociar el lenguaje
hablado con el mundo que les rodea.
5.
Expansión:
Se refiere a añadir más información a las expresiones del niño. Por ejemplo, si
el niño dice “bola” podemos decirle “la bola roja”. Al expandir sus
verbalizaciones, además de aumentar el vocabulario, comprenderán que pueden
unir más palabras para expresarse.
6.
Comentar
y describir: Podemos hablar sobre las características de lo que nos rodea. Así
los niños comenzarán a comprender distintos conceptos y utilizarlos para
describir y expandir sus verbalizaciones. Por ejemplo, a la hora del baño
podemos permitir al niño tocar el agua y decirle “El agua está fría.” A la hora
de vestirse podemos decir “Te pusiste la camisa verde.” o “Las medias se ponen
en los pies.”
7.
Elogiar:
Elogie todos los intentos de comunicación y evite hacer comentarios que puedan
hacer que el niño se cohíba de expresarse.
8.
Responder:
Es importante prestar atención y responder a las verbalizaciones del niño. De
esta manera les demostramos que sus expresiones son importantes y tienen un
impacto positivo. Igualmente, irá comprendiendo la toma de turnos en
conversación.
9.
Leer
y cantar: A través de los libros y las canciones los niños pueden adquirir
vocabulario, describir ilustraciones, completar frases repetitivas y aprender
patrones de ritmo y entonación. A la hora de leer, es importante hacerlo con
emoción, utilizar distintas voces e integrar al niño durante el proceso (ej.
Podemos pedirle que señale vocabulario en las ilustraciones y pedirle que pase
las páginas. También podemos hacer preguntas durante la lectura.)
10.
Modelaje:
Los adultos debemos modelar el uso adecuado del lenguaje en todo momento y
promover una comunicación efectiva. De esta forma irán aprendiendo la
estructura y las reglas del lenguaje.
Si su pequeñín
tiene 2 años de edad y aún no ha comenzado a producir frases de 2 palabras, es
importante consultar con un patólogo del habla-lenguaje. La intervención
temprana puede hacer una gran diferencia. Para obtener más información puede escribir un correo electrónico a pequeninesendesarrollo@gmail.com.
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