Cierre los ojos y piense en una prenda de vestir que le
gustaría usar mañana. ¿Tiene la imagen clara en su mente? Seguramente sí porque
posee lo que conocemos como permanencia de objetos. Usted tiene la capacidad
para visualizar algo, aunque no lo tenga en ese momento de manera concreta.
La permanencia de objetos comienza a desarrollarse antes
del primer año de vida. Inicialmente, el bebé puede seguir con la mirada
objetos que desaparecen de su campo visual. Luego de los 8 meses de edad,
comienza a buscar objetos parcialmente ocultos o que escondemos mientras nos
observa. Esta habilidad continúa desarrollándose hasta aproximadamente los 2
años de edad cuando podrá encontrar con facilidad objetos que estén completamente fuera de su vista. De
igual forma, el bebé comprenderá que sus cuidadores continúan existiendo,
aunque no los esté viendo.
¿De qué forma se relaciona esto con el lenguaje? El lenguaje
es un sistema de símbolos. Es abstracto. La permanencia de objetos es
importante para establecer las reglas del lenguaje y que se puedan acceder al
momento de necesitarlas. De esta manera cuando el niño escuche, por ejemplo, la palabra
“perro” comprenderá su significado o cuando desee leche podrá saber cómo
expresarlo.
Recomendaciones para estimular la permanencia de objetos:
·
Jueguen “Peek-a-Boo” o “Dónde está el bebé”
·
Esconda su rostro detrás de una manta o utilizando
sus manos y haga expresiones de sorpresa cuando aparezca. Promueva que su niño
lo imite.
·
Esconda objetos parcialmente frente la vista del
niño para que los encuentre.
·
Esconda objetos totalmente frente la vista del niño para
que los encuentre.
·
Provea juegos que permitan esconder piezas.
·
Provea libos con solapas o imágenes escondidas.
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